domingo, 27 de junio de 2010

PLUSDERRAMES

78 derrames en cuatro años: toda una marca internacional de negligencia medioambiental.

En el mundial de los vertidos tóxicos los argentinos de Pluspetrol también ganan.

Mantos negros flotando entre los gramalotes y las huamas, que son las plantas flotantes del río y el alimento de los peces, fue lo primero que observó el párroco Miguel Ángel Cárdenas cerca de las cuatro de la tarde del sábado 19 de junio pasado en la ribera del Marañón donde se asienta la comunidad Santa Rita de Castilla.

Pero no fue hasta el lunes que la empresa petrolera argentina Pluspetrol – propietaria de los lotes petroleros 8 y lote 1 AB en Loreto – reportó el derrame de 400 barriles de petróleo (aproximadamente 5 mil litros) expulsados por la barcaza “Sanam III”. La embarcación iba a transportar el crudo desde el puerto de Tiwinza, en la localidad de Saramuru, hacia el lote de Trompeteros en Loreto.



“La embarcación estaba acoderada en el puerto esperando la orden para su partida con 5000 barriles, cuando unas estructuras pesadas de metal chocaron contra la bodega central de la barcaza, provocando una fisura en la nave y el liqueo ( la fuga del crudo). El derrame se expandió en una mancha de 15 metros”, así cuenta los hechos uno de los dueños de Sanam, empresa dueña de la embarcación y que desde hace cuatro años alquila barcazas a la petrolera. Y es que Pluspetrol, que opera desde hace catorce años en la zona, no cuenta con embarcaciones.

La comunidad de Santa Rita, uno de los 28 poblados que se sitúan en las riberas del río Marañón, denuncio que Pluspetrol no dio una alerta temprana para prevenir a los pobladores sobre la contaminación sino hasta el lunes.

“Tiempo suficiente para que la empresa fondeara el petróleo con un polvo disolvente que según testigos, se había esparcido inmediatamente ocurrido el derrame”, menciono en su pronunciamiento el párroco Cárdenas. “Recién a 42 horas de lo sucedido, representantes del Gobierno Regional de Loreto, junto a Pluspetrol, sobrevolaron las aguas envenenadas para verificar los daños”, agrega. A los pobladores no les hizo falta sobrevolar el río. Solo caminaron unos metros para encontrar barro negro entre las plantas (sedimentos de petróleo), sacar peces muertos del río y darse cuenta del sabor amargo y la textura viscosa del agua que suelen usar todos los días.



Hasta el cierre de esta edición, Daniel Guerra, el relacionista público de Pluspetrol dijo que “no hay posibilidades de más fuga porque la empresa aplicó su plan de contingencia a tiempo”. Plan que Pluspetrol desechara en 2005 cuando, también en la misma localidad, se produjo otro derrame y contrataron de emergencia a 40 embarcaciones pequeñas – entre canoas, deslizadores y balsas – para extraer el petróleo del río provisto de mangueras y baldes. Uno de los dueños de las embarcaciones contratada por Pluspetrol para la “faena ecológica” revelo que la petrolera pago 300 dólares por embarcación durante los 45 días que tomo la “limpieza”.

El martes 22 el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, soltó una cruda pachotada “En realidad comparado a lo ocurrido en el Golfo de México, esta es una cosa pequeña, que no debe ser motivo de alarma”. Al parecer los ocho mil pobladores de las comunidades Alfonso Ugarte, Victoria, Santa Rita de Castilla, Ollanta, Roca Fuerte, San Gabriel, entre otras, quienes se abastecen prioritariamente de las aguas del río Marañón, son solo “daños colaterales” de un problema menor.

EFEMÉRIDE DE DESASTRE

Como cumpliendo su décimo aniversario de “desastres ecológicos”, este ultimo derrame de Pluspetrol no se compara al que sucedió en el año 2000. En aquella época se produjo la fuga de 5500 barriles de petróleo en la misma zona. Hace cuatro años, la comunidad de Corrientes, otra población afectada, firmó un acuerdo con Pluspetrol – el “Acta Dorissa” – en el cual la empresa se comprometió a reducir la contaminación e implementar un plan de “desarrollo sostenible” en la zona.

Lo único sostenible de la empresa argentina fueron los sucesivos derrames de petróleo que desde el 2006 hasta la fecha, han contaminado los ríos Pastaza, Tigre y Corrientes, afluentes del río Marañón. Y en el 2008, debido a los sucesivos derrames de petróleo el entonces ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, solicito la suspensión temporal de las actividades de exploración de la petrolera.



Iluso el ministro Pedro Sánchez ha dado un plazo de 10 días a Pluspetrol para “limpiar la zona”, cuando la empresa lleva casi 20 años contaminándola. Como siguiendo un guión que se repite desde 1995. La Fiscalía Provincial de Loreto y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental iniciaron la toma de muestras de varios tramos del río Marañón para “verificar la gravedad de los hechos”. Y se menciono que los casos de contaminación del medio ambiente tienen una pena privativa de libertad no menor de un año ni mayor de tres. Es decir nada.

Escrito por Juana Gallegos

Tomado del semanario Hildebrandt en sus Trece
Imágenes y videos de ElComercio.pe

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