domingo, 19 de abril de 2009

AIRE SUCIO MATA A 3900 PERSONAS EN EL PERÚ
Diésel de mala calidad y polvo ambiental son las principales causas de la contaminación.

El aire que respiramos en lima es mortal. Es un cóctel de emisiones de gases de vehiculo antiguos, autos y buses que sucio con exceso de sufre y polvo que condenen sustancias contaminantes. Todo ello respiramos cada día en nuestra capital.
El aire sucio es consecuencia, principalmente, del parque automotor. Pero también contribuyen las emisiones de las fábricas, industrias, restaurantes y panaderías. Es decir, los lugares de producción que no utilizan tecnología adecuada para evitar liberar gases sucios con partículas.
Naturalmente, esta situación tiene efectos devastadores en la salud. Y el problema no solo alcanza a lima, sino a todas las ciudades del país, pues la mala calidad del combustible Diesel y la falta de tecnología limpia no se quedan en la capital.
De acuerdo con el Análisis Ambiental del Peru, del Banco Mundial, por lo menos 3,900 personas mueren en nuestro país cada año debido a la contaminación del aire. Esta cifra forma parte de los dos millones que mueren en le mundo por esta misma causa.
Compromisos. Iván La Negra, adjunto para los Servicios Públicos y el Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo, recuerda que Londres (Inglaterra) en la década del 50 y California (Estados Unidos), durante los 70, padecieron graves problemas de polución del aire que incluso causaron la muerte directa de muchas personas. Sin embargo, los gobiernos de esa época llevaron adelante una lucha fuerte para erradicar las causas que la producían.
“El Peru necesita una política seria sobre este tema y cumplir con sus compromisos, como los plazos para reducción del azufre en el combustible y para la importación de autos usados. Además, se deben fijar normas para los estándares nacionales de calidad del aire”, afirma.

ECONOMIA. La viceministra de Gestión Ambiental, Ana Maria Gonzáles del Valle, explica que la mala calidad del aire no solo afecta la salud, sino que también tiene un costo económico elevado.
“La infraestructura y el patrimonio se deterioran por la contaminación.Ademas, esto tiene un efecto disuasivo para el turismo, pues mucha gente prefiere no visitar las ciudades en esta situación”, señala.
Gonzáles del Valle afirma que se está elaborando un proyecto de ley del aire limpio que establezca acciones y permita una fiscalización constante para saber qué aire respiramos.

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